Tras un fin de semana desconectada totalmente de la cocina y
puro relax con amigos en la playa… No tengo ninguna receta preparada para
enseñaros….
Así que he improvisado algo rápido, clásico, para muchos muy
rico y que aunque no conlleva una gran elaboración no deja de ser un plato
ideal como ensalada o entrante. Os voy a enseñar como preparo un “tomatito
aliñao”.
Pero antes… os voy a contar curiosidades sobre el tomate
como que a pesar de que para muchos es un producto muy mediterráneo,
originariamente es de América. Fueron los españoles los que en siglo XVI lo
introdujeron en Europa. En nuestras tierras creció con facilidad gracias a
nuestro clima y consumimos desde entonces en gran variedad de platos.
Es ideal para dietas por contener pocas calorías, rico en
vitamina C y ser antioxidante. Su fruto es una baya con colores como amarillo,
verde, rojo o hasta purpura.
Bueno ahí va…
Ingredientes:
ü
Aceite de oliva.
ü
Vinagre de jerez.
ü
2 dientes de ajo.
ü
Sal, orégano, pimienta negra y
perejil.
ü
Reducción de vinagre al Pedro Ximenez
(opcional).
Elaboración:
1. Lavar
y cortar el tomate. Intentar colocarlo en el plato de forma estética, no de
cualquier manera. Creo en la importancia de comer con la vista tanto como con
el paladar. Una buena presencia ayuda a disfrutar más del plato.
2. Pelar
y cortar en láminas los dos dientes de ajo. Las laminas a su vez cortadas en
cuartos para que queden trozos menuditos.
3. Hacer
una vinagreta con el aceite de oliva y el vinagre de jerez.
4. Agregar
los ajos picados al tomate, verter la vinagreta y por ultimo añadir al gusto
sal, una pizca de pimienta, un poquito de orégano y perejil.
5. Por
último y de forma opcional, se le puede añadir una reducción de vinagre de
jerez o Pedro Ximenez, da un toque de sabor y presencia al plato genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario